Estas ahí, pero sin estarlo.
Revisas una y otra vez tu memoria. Nada. No encuentras absolutamente nada. Quieres entender, pero simplemente no; hay algo que te impide ver con claridad el panorama. Luchas con todas tus fuerzas para comprender la situación, pero es en vano. Sientes que todo esfuerzo es inútil.
Y ahora, su comportamiento te lleva al pasado, aquel que querías olvidarlo para siempre. Sin poderlo evitar, haces la comparación entre ella y la que fue tu amiga. Y deseas no haberlo hecho... ahora es más amargo que al inicio de tus pensamientos.
Miras hacía todos lados buscando algo, pero no encuentras nada. Y te sientes sola, engañada, molesta contigo misma por haber caído en su juego. Por no haber puesto límites desde el inicio; te sientes defraudada de ti misma por haber tenido ese corazón noble y empatico.
Te encuentras en un punto en que ya no sabes que fue real y que no. Dijo ser tu amiga, pero ha demostrado todo lo contrario. Ahora lo vez, y te produce tristeza y dolor. Te abrió una vieja herida comportándose posesiva e indiferente contigo. Sólo te busca para ella estar bien, y que tú le des esa atención que ella siempre ha necesitado.
Ahora que lo piensas mejor, ella ha sido siempre una narcisista oculta y que ha salido ahora porque abriste los ojos. Y aquí hay un factor clave: ella jamás te conoció. Conoció la imagen que tu le diste, para tenerla satisfecha y así quitártela de encima por un tiempo hasta que tu te volvieras a estar bien. Lo hacías para darte un oxígeno y renovar energías.
El otro error garrafal de ella fue decirte exactamente las mismas frases que te decía tu familia. Y ahí, tu sabias como revertir la situación y tener el control. Porque todos te han minimizado, te han humillado y te han hecho creer que vales poco. ¡Cuán equivocados estaban todos!
Te sientas un momento a recoger aire, lo necesitas. Sientes que ahora estás sola de verdad, y que detrás de tu espalda llevas un Karma muy grande que debe ser saldado a como de lugar. ¡Tus pecados te han pasado factura!
Lo entiendes así. Y sientes que ya no tienes fuerzas ni energías; te dejas al abandono, dejando que todo fluya a tu alrededor. Pecaste de ingenua, pero también Pecaste lastimando a otros, aunque haya sido de manera inconsciente. Y todo se paga en esta vida. Tu precio siempre estuvo ahí, y ahora es que lo aceptas.
La tienes de amiga, pero al mismo tiempo la mantienes alejada. Ya jugaste a su juego, ahora le toca a ella jugar el tuyo, y es muy probable que salga perdiendo...y tú también.